¿Fumas shisha?
- carlosanz971
- 23 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Se ha popularizado el uso de las cachimbas (también conocidas como shishas o pipas de agua) entre los más jóvenes, que compran este dispositivo y se juntan con los amigos en casas o en diferentes locales de ocio.

Siempre se ha asociado que fumar a través de las shishas no resulta tan nocivo, o al menos no tanto como el tabaco convencional, pero los estudios no dicen lo mismo. De hecho, dicen todo lo contrario. “Los jóvenes ya son conscientes de lo perjudicial que puede ser un cigarrillo, sin embargo, no son tan conscientes de la toxicidad de las cachimbas, que supera a los primeros” señala Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
Tras estudios realizados se ha evidenciado el grado en que los fumadores de cachimbas estaban expuestos a nicotinas y demás compuestos orgánicos volátiles, presentes en la orina. Se ha concluido que las personas fumadoras están expuestas a importantes niveles de monóxido de carbono, nicotina, nitrosaminas específicas del tabaco, hidrocarburos aromáticos cancerígenos, así como a la adicción propia a la nicotina que sufren los fumadores habituales de cigarrillos. Además, hay que añadir que la exposición pasiva al humo de la cachimba produce emisiones más altas de monóxido de carbono y de aldehídos volátiles que los cigarrillos convencionales.
Es muy preocupante este consumo de cachimbas (el 35% de los jóvenes de 18 a 25 años) ya que supone la puerta de entrada o el inicio en el consumo de tabaco, puesto que el sabor dulce y suave atrae a los jóvenes que anteriormente no habían fumado. De esta forma, aparece el riesgo de que se vuelvan adictos a los cigarrillos en el día a día.
Los niveles de tóxicos consumidos en una sesión de cachimba son mayores, con estas equivalencias:
Nicotina: entre 2 y 4 veces mayor.
Monóxido de carbono: entre 7 y 11 veces mayor.
Alquitrán: 100 veces mayor.
Hidrocarburos aromáticos cancerígenos: entre 2 y 5 veces mayor.
La combustión del carbón en la cachimba produce estas y otras sustancias cancerígenas. Todas ellas relacionadas con enfermedades pulmonares, cardíacas y cáncer.

También, al compartir boquilla y la manguera de la cachimba, supone el riesgo de transmisión de enfermedades respiratorias, como infección de tuberculosis o herpes simple.
Además, el hecho de ser una práctica social en comunidad constituye un problema de ocio poco saludable entre jóvenes, donde además se puede acompañar de consumo de bebidas alcohólicas.
Estos datos no deben interpretarse como que los cigarrillos tradicionales son menos perjudiciales que las cachimbas, sino como que ambos son igualmente perjudiciales para la salud ya que también entra en juego las cantidades y el hábito de consumo.
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