Mandalas y relajación, ¿cierto?
- carlosanz971
- 11 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Mucha gente desconoce que colorear mandalas es altamente beneficioso para nuestro equilibrio emocional. Nos ayuda a mantener un estado de concentración que despierta nuestros sentidos e ilumina nuestra creatividad. Incluso observando imágenes de mandalas puede inducirnos a un estado de relajación.
Un mandala es un dibujo circular complejo con formas geométricas que ayudan a la práctica de la meditación en el mundo budista e hinduista. Mandala significa “círculo mágico”. Su origen se encuentra en la India. Se tiene constancia de imágenes de un mandala desde épocas muy lejanas.

Carl Gustav Jung, psiquiatra y fundador de la escuela de psicología analítica, denominó los mandalas como expresiones probables del inconsciente colectivo. El centro del mandala simboliza el “sí mismo”, donde el sujeto intenta perfeccionar en el proceso de individualización. Por ello, Jung llegó a utilizar el tradicional mandala de flor de loto para hacer psicoterapia a sus pacientes.

En resumen, un mandala es una forma de restaurar la armonía de nuestro interior.
Colorear no solo es cosa de niños. También los adolescentes y los adultos se pueden beneficiar de sus múltiples beneficios.
Ayuda a relajarse. Estas figuras geométricas tienen un componente espiritual. Observarlo produce una sensación hipnótica que relaja produce calma. Al pintar mandalas, la respiración se acompasa y las pulsaciones bajan.
Mejora nuestra capacidad de concentración. La atención se centra en lograr el equilibrio y la armonía en el dibujo.
Forma parte de la meditación. La concentración que se requiere para colorear mandalas o pintarlos acaban teniendo los mismos efectos que practicar la meditación.
Reduce los niveles de estrés y ansiedad. Ayuda a desconectar de tus preocupaciones y a crear un discurso positivo en tu interior.
Dejamos descansar a nuestra parte racional. En nuestra rutina habitual nuestra parte racional está hiperactivada, mientras que la parte creativa y emocional la tenemos aletargada. Al pintar mandalas invertimos esta situación, proporcionando un descanso.
Ayuda a la expresión e identificación de emociones. En función de nuestro estado de ánimo, utilizamos unos colores u otros, al igual que escogemos un diseño determinado.
Propicia la aceptación personal y el autoconocimiento. Al identificar esas emociones, somos más conscientes de nuestro mundo interno. Entraremos a un proceso de introspección, que nos permitirá reflexionar sobre modificaciones y soluciones de problemas, o recrearnos en nuestras emociones positivas.
A continuación, te dejamos una página donde podrás descargarte diferentes mandalas.
Espero que te hayamos aportado otra opción para disminuir el estrés, dejar a un lado nuestras preocupaciones por un momento, y ¡dedícate tiempo para ti!
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