Protégete contra el PAPILOMA
- carlosanz971
- 23 dic 2024
- 3 Min. de lectura
El virus del papiloma humano (VPH) es un grupo de más de 200 virus. La infección se transmite con gran facilidad durante las relaciones sexuales, ya sea por vía vaginal, anal u oral; al contacto sexual de la vagina con el pene, del ano con el pene, de la boca con el pene o de la boca con la vagina.

Los VPH de riesgo alto causan varios tipos de cáncer: alrededor de 12 tipos de VPH, entre ellos, el 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58 y 59. El VPH16 y VPH 18 causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.
Los VPH de riesgo bajo rara vez causan cáncer, pero sí pueden causar verrugas en los genitales, el ano, la boca o la garganta (laringe o vías respiratorias).
La infección por el VPH es muy frecuente, casi todas las personas que tienen relaciones sexuales, sin importar sexo ni orientación sexual se infectan a los meses o años de iniciar la actividad sexual. El sistema inmunitario suele controlar las infecciones por el VPH y el cuerpo los elimina en 1 o 2 años. Sin embargo, si el VPH es de riesgo alto persiste muchos años, y esto conlleva una mutación en las células. Sin un tratamiento, estos cambios precancerosos empeoran y se convierten en cáncer.
Causa seis tipos de cáncer: de ano, de cuello uterino, de orofaringe, de pene, de vagina y de vulva.
La infección causada por el VPH ha crecido de forma exponencial en los últimos años. Las tasas de mayor prevalencia la presentan adolescentes y mujeres jóvenes. El exceso de información sexual, un inicio más temprano en las relaciones, una mayor promiscuidad y la desinformación ante las consecuencias de una actividad sexual sin protección llevan a los adolescentes a prácticas sexuales de riesgo para su salud.
Por ello, como comentábamos en el post “Planifico mi sexualidad”, las vacunas contra el VPH previenen estas infecciones en los adolescentes de 11-12 años, en 6º de primaria. Hasta el año 2022-2023 esta vacunación sólo era sistemática en las niñas.
La pauta consiste en dos dosis con un intervalo recomendado de 6 meses (mínimo de 5 meses). A partir de los 15 años la pauta consta de 3 dosis (ahora, a los 2 meses y a los 6 meses). La vacuna que se administra es Gardasil 9, que protege contra 9 tipos de VPH (frente a los genotipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45 y 52). Estos representan el 90% de protección contra el cáncer de cuello uterino y el 90% de las verrugas genitales.

A pesar de esta prevención primaria a través de la vacunación, también existe una prevención secundaria a través del cribado conocido como citología cérvico-vaginal o test de Papanicolau, que consiste en la realización de pruebas diagnósticas a personas a priori sanas con el propósito de detectar de manera precoz el desarrollo de lesiones precancerosas en cuello uterino.

La detección precoz del cáncer de cuello uterino comienza a partir de los 25 años en las personas con cuello uterino que ya han iniciado relaciones sexuales, y para la mayoría, acaba a los 65 años de edad.
Entre los 25 y 29 años – se realiza una citología. Si esta prueba es negativa, hay que repetirla cada 3 años.
A partir de los 30 años – se hace una prueba de detección del VPH para detectar posible infección. Si la prueba es negativa, hay que repetirla cada 5 años.
Estas pruebas se realizan de manera gratuita en los servicios de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva de Atención Primaria (ASSIR).
De esta forma, hay muchas oportunidades para detectar las posibles lesiones precancerosas antes de que se desarrollen a cáncer.
Comments